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David Guzik :: Éxodo 19 – La Nación de Israel Llega al Monte Sinaí

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Éxodo 19 – La Nación de Israel Llega al Monte Sinaí

A. Llegando al Monte

1. (Éxodo 19:1-2) Israel acampa en el Monte Sinaí


En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto, en el mismo día llegaron al desierto de Sinaí. Habían salido de Refidim, y llegaron al desierto de Sinaí, y acamparon en el desierto; y acampó allí Israel delante del monte.

a. Y llegaron al desierto de Sinaí: Les tomó tres meses de confiar en Dios para llegar a este lugar, al fin habían llegado. Ellos vieron la liberación de Dios de Egipto, recibieron Su dirección en el camino que debían de andar, vieron Su gloriosa victoria en el Mar Rojo, recibieron el milagroso regalo de parte de Dios de comida y agua, y vieron una batalla librada con oración que terminó en victoria sobre Amalec.

i. Israel permaneció en el desierto de Sinaí hasta Números 10. Más de 57 capítulos de la Escritura son dedicados a lo que le ocurrió a Israel en el año que acampó en el Monte Sinaí.

ii. “La palabra que convencionalmente se traduce a ‘desierto’ no es un desierto de arena, sino un campo con pastos, el cual no ha habitado por el hombre.” (Cole)

b. Y acampó allí Israel delante del monte: En un sentido, todo lo que pasó antes estaba destinado para traerlos a este lugar. Este era el principio del cumplimiento de lo que Dios dijo en Éxodo 3:12: y esto te será por señal de que yo te he enviado: cuando hayas sacado de Egipto al pueblo, serviréis a Dios sobre este monte.

i. Sinaí era el lugar donde Moisés se encontró con Dios en la zarza ardiente. Toda la nación de Israel podría pronto experimentar algo de lo que Moisés experimentó en la zarza ardiente. Moisés los podría dirigir a este monte para esta experiencia debido a que él ya había estado allí. El pueblo no puede ir más allá que su líder.

ii. Si el sitio tradicional del Monte Sinaí se parece a algo, se parece como a un púlpito gigante – un repentino monte se alzaba empinado en el desierto. Aquí Dios predicó uno de los sermones más dramáticos jamás escuchados.

iii. Aún existe una buena razón para creer que el sitio tradicional del Monte Sinaí – en la Península de Sinaí – no es la correcta localización del monte donde todo esto sucedió.

· De acuerdo con Éxodo 2:15; 3:1, y Éxodo 3:12 este monte estaba en la región de Madián, la cual estaba en el lado este del Golfo de Aqaba, al este de la Península de Sinaí. La antigua tierra de Madián esta en la moderna región de Arabia Saudita.

· En Gálatas 4:25, el Apóstol Pablo claramente describe al Monte Sinaí ser parte de Arabia. Aunque algunos exponen que esto se puede entender como una extensión de la Península de Sinaí, pero este no es el entendimiento normal de donde Arabia esta, ni en el moderno o en el antiguo entendimiento.

· Hay evidencia significativa – histórica y arqueológica – para asociar al monte Arabe Jebel al-Lawz con el sitio del Monte Sinaí.

2. (Éxodo 19:3-4) Dios le recuerda a Israel de Su gran poder y cuidado por ellos.


Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte, diciendo: Así dirás a la casa de Jacob, y anunciarás a los hijos de Israel: Vosotros visteis lo que hice a los egipcios, y cómo os tomé sobre alas de águilas, y os he traído a mi.

a. Y Moisés subió a Dios; y Jehová lo llamó desde el monte: Moisés, conducido por Dios, subió al monte para encontrarse con Dios como lo había hecho antes – y Jehová habló con Moisés otra vez.

b. Así dirás a la casa de Jacob: Con este título Dios asocia la nación con el más débil y el más inestable de los patriarcas. Hasta este puntos ellos actuaron más como Jacob que como Abraham o Isaac.

c. Vosotros visteis lo que hice a los egipcios: Dios le dio un mensaje a Israel a través de Moisés, un mensaje en cuanto a Su propósito y destino para Israel. Este destino estaba basado en lo que Dios ya había hecho por ellos en la gran liberación de Egipto.

d. Os tomé sobre alas de águilas: Las alas de águilas son fuertes y seguras; pero también hablan de una protección cuidadosa. Se dice que las águilas no llevan a los aguiluchos en sus garras como otras aves; los aguiluchos se sujetan a si mismos en la parte posterior del águila madre y son protegidos mientras son llevados. Cualquier flecha de un cazador debe pasar a través de la madre antes de que pueda tocar al aguilucho que lleva en su parte posterior.

i. “Esta metáfora se desarrolla más extensamente en Deuteronomio 32:11, donde el amor compasivo, protección, fuerza y cuidado de Dios es comparada con la majestad de los atributos del ave.” (Kaiser)

e. Y os he traído a mi: La liberación (Os tomé sobre alas de águila) era para compañerismo (os he traído a mi). Dios no liberó a Israel para que ellos pudieran vivir apartados de Dios, sino para que ellos pudieran ser el pueblo de Dios.

3. (Éxodo 19:5-6) Dios revela Su plan y destino para Israel


Ahora, pues, si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto, vosotros seréis mi especial tesoro sobre todos los pueblos; porque mía es toda la tierra. Y vosotros me seréis un reino de sacerdotes, y gente santa. Éstas son las palabras que dirás a los hijos de Israel.

a. Si diereis oído a mi voz, y guardareis mi pacto: Dios pronto haría un pacto formal con Israel en el Monte Sinaí. Pero antes de que Él lo hiciera, Él revelaría lo que Él quería hacer por un Israel obediente.

i. Antes de que Dios llamara a Israel para guardar Su ley, Él les ordenó que “guardareis mi pacto.” El pacto era más grande que la ley misma. El pacto que Dios hizo con Israel involucraba a la ley, sacrificio y la elección de obedecer para ser bendecido o desobedecer y ser maldecido.

b. Vosotros seréis mi especial tesoro: Dios tenía destinado a Israel el ser un tesoro especial para Él. Él quería que ellos fueran un pueblo con un sólo propósito en el gran plan de Dios, un pueblo de gran valor y preocupación para Dios. No era como si Dios ignorara el resto del mundo (porque mía es toda la tierra), sino que Él estaba determinado para usar Israel para alcanzar a la tierra.

i. El Apóstol Pablo también quería que los Cristianos conocieran que grande tesoro eran ellos para Dios; él oraba para que ellos conocieran las riquezas de la gloria de su herencia en los santos (Efesios 1:18).

ii. “Donde su tesoro esta, allí esta el corazón del hombre. Si esta en los barcos en el mar traicionero, él se hecha violentamente en su cama, solicitando seguridad. Si esta en los tejidos, él se cuida del moho; si esta en el metal, se cuida del óxido y los ladrones. ¿Y Cristo es menos cuidadoso por los suyos? (Meyer)

c. Vosotros me seréis un reino de sacerdotes: Dios tenía destinado a Israel ser un reino de sacerdotes, donde cada creyente podría venir ante Dios, y como grupo ellos representaban a Dios ante todas las naciones.

i. “Toda la acción debía de actuar como mediadores de la gracia de Dios hacia las naciones de la tierra.” (Kaiser) “La elección ‘particular’ de Israel por parte de Dios tiene un propósito ‘universal’ más amplio.” (Cole)

ii. Pedro nos recuerda que somos real sacerdocio (1 Pedro 2:9), aquellos que sirven a Dios como reyes y sacerdotes (y nos ha hecho reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, Apocalipsis 1:6).

d. Y gente santa: El propósito de Dios para Israel era que fueran gente santa, una nación y pueblo apartado del resto del mundo, la posesión particular de Dios, aptos para Sus propósitos.

i. Pedro nos recuerda que somos nación Santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable (1 Pedro 2:9). Como pueblo de Dios, debemos de apartarnos, haciendo y pensando de una manera diferente al flujo del mundo en general.

4. (Éxodo 19:7-9) El pueblo esta de acuerdo en obedecer el pacto.


Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado. Y todo el pueblo respondió a una, y dijeron: Todo lo que Jehová ha dicho, haremos. Y Moisés refirió a Jehová las palabras del pueblo. Entonces Jehová dijo a Moisés: He aquí, yo vengo a ti en una nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo, y también para que te crean para siempre. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová.

a. Y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado: Después el pueblo es retado a recibir el pacto otra vez, después de haber escuchado los términos, y ellos lo recibieron otra vez (Éxodo 24:1-8).

i. Aquí ellos dijeron, “Todo lo que Jehová ha dicho, haremos.” “Su respuesta fue sincera, pero también fue hecha en ignorancia.” (Morgan) Después lo afirmarían de nuevo, pero dentro de un arreglo más formal. (Éxodo 24:1-8).

ii. “Pero aún con nosotros, decimos, ‘Todo lo que Jehová ha dicho haremos,’ pero fallamos. Pero Dios nunca falla. Él espera y sigue Su propia manera de dar gracia y de gobernar.” (Morgan)

b. Y Moisés refirió las palabras del pueblo a Jehová: Moisés actuó como un verdadero sacerdote, como un intermediario entre Dios y el pueblo. Y Dios habló audiblemente a Moisés (para que el pueblo oiga mientras yo hablo contigo) para que todos supieran que Dios en realidad hablaba a Moisés.

8. (Éxodo 19:10-13) Dios ordena que Su santa presencia en el Sinaí sea respetada.


Y Jehová dijo a Moisés: Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana; y laven sus vestidos, y estén preparados para el día tercero, porque al tercer día Jehová descenderá a ojos de todo el pueblo sobre el monte de Sinaí. Y señalarás término al pueblo en derredor, diciendo: Guardaos, no subáis al monte, ni toquéis sus límites; cualquiera que tocare el monte, de seguro morirá. No lo tocará mano, porque será apedreado o asaeteado; sea animal o sea hombre, no vivirá. Cuando suene largamente la bocina, subirán al monte.

a. Ve al pueblo, y santifícalos hoy y mañana: Dios se iba a aparecer a Israel de una forma espectacular; y antes de que esto pudiera pasar, el pueblo se debería de preparar.

b. Y señalarás término al pueblo en derredor: De manera que Dios prometió el revelarse a Si mismo en el Sinaí y Él dijo a Israel, Guardaos. Habían límites que no se podían cruzar. Israel debía de mantener su distancia detrás del límite, y la penalidad por errar en mantener su distancia era la muerte (de seguro morirá).

i. No lo tocará mano: Cualquier persona o animal que haya sido muerto por acercarse demasiado debía ser tenido como impuro, de tal forma que no se le podría tocar, por lo que ellos debían ser ejecutados con piedras o saetas.

ii. Si hay algo básico sobre la naturaleza humana, es la de una necesidad de límites. Al poner estos límites y al traer la pena de muerte al quebrantarlos, Dios le mostró a Israel que la obediencia es más importante que sus sentimientos. No dudamos de que algunos intrépidos Israelitas sintieron el ir más allá de los límites, pero ellos tuvieron que someter sus sentimientos a la obediencia.

c. Cuando suene largamente la bocina: El pueblo sólo se podía acercar cuando Dios los invitara, y la trompeta señalaba que la invitación estaba abierta. Al sonar de la trompeta ellos podían llegar al límite de la barrera, pero no podían ir más allá.

9. (Éxodo 19:14-15) Ordenanzas para la ceremonia de santificación y purificación.


Y descendió Moisés del monte al pueblo, y santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos. Y dijo al pueblo: Estad preparados para el tercer día; no toquéis mujer.

a. Santificó al pueblo; y lavaron sus vestidos: El pueblo inmediatamente se preparó para la revelación de Dios la cual había sido prometida para el tercer día.

b. Estad preparados para el tercer día: El encuentro con Dios vendría solamente en el tercer día. Dios prometió el revelarse a Si mismo en el tercer día, y ellos debían de esperar por ello.

c. No toquéis mujer: El resto de las Escrituras no enseñan que existe una impureza inherente en las relaciones sexuales. Este mandamiento era particular para este evento. Dios quería que en esta situación el pueblo demostrara su deseo de pureza al ponerse ropa limpia y al refrenar sus deseos, aún con deseos legítimos.

i. “Los hombres deben de venir ante Dios con la mejor preparación que puedan tener.” (Trapp)

B. La presencia de Dios en el monte.

1. (1Éxodo 19:6-19) La terrible presencia de Dios en el Monte Sinaí


Aconteció que al tercer día, cuando vino la mañana, vinieron truenos y relámpagos, y espesa nube sobre el monte, y sonido de bocina muy fuerte; y se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios; y se detuvieron al pie del monte. Todo el monte Sinaí humeaba, porque Jehová había descendido sobre él en fuego; y el humo subía como el humo de un horno, y todo el monte se estremecía en gran manera. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo; Moisés hablaba, y Dios le respondía con voz tronante.

a. Truenos y relámpagos, y espesa nube: Estas señales de poder y gloria indicaban la presencia de Dios. Todo el ambiente habló de la presencia de Dios en un sentido terrible.

b. Y sonido de bocina muy fuerte: Lo que Israel vio y sintió durante los truenos, relámpagos, la nube, el humo, y el terremoto era atemorizante; pero cada uno de estos eran fenómenos naturales (aunque espantosos). Pero el sonido de bocina no salió del campamento, sino del mismo cielo. No es de asombrarse de que se estremeció todo el pueblo que estaba en el campamento.

c. Y Moisés sacó del campamento al pueblo para recibir a Dios: Al sonido de la bocina, Moisés dirigió al pueblo al límite de la barrera, al pie del Monte Sinaí, donde ellos podían ver, oler, oír, y virtualmente probar el fuego el cual cubría el monte – y también sintieron a la tierra temblar bajo sus pies cuando todo el monte se estremecía en gran manera.

d. El sonido de la bocina iba aumentando en extremo: En medio de todo esto, el sonido de la bocina iba aumentando en extremo, hasta que Moisés hablaba con Dios, y Dios le respondía con voz tronante. Israel, colectivamente, oyó a Jehová Dios hablar desde el Monte Sinaí de una manera audible con voz tronante.

2. (Éxodo 19:20) Moisés sube al Monte Sinaí hacia la inmediata presencia de Dios.


Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte; y llamó Jehová a Moisés a la cumbre del monte, y Moisés subió.

a. Y descendió Jehová sobre el monte Sinaí, sobre la cumbre del monte: Dios vino en una presencia especial al Monte Sinaí, listo para encontrarse con Moisés como un representante de toda la nación de Israel.

b. Y Moisés subió: Dios descendió, y Moisés subió. Mientras el pueblo temblaba de terror al pie del monte, Moisés necesitó valentía para subir a la cumbre para encontrarse con Dios. Moisés necesitó valentía para subir en medio de todos los truenos, relámpagos, terremotos, fuego y humo.

i. Pero Moisés conocía a Dios no solamente en los términos de este asombroso poder, sino también en los términos de Su bondadosa gracia.

3. (Éxodo 19:21-25) Dios le dice a Moisés que baje para advertir al pueblo otra ves que respeta la santidad de Su presencia en el Sinaí.


Y Jehová dijo a Moisés: Desciende, ordena al pueblo que no traspase los límites para ver a Jehová, porque caerá multitud de ellos. Y también que se santifiquen los sacerdotes que se acercan a Jehová, para que Jehová no haga en ellos estrago. Moisés dijo a Jehová: El pueblo no podrá subir al monte Sinaí, porque tú nos has mandado diciendo: Señala límites al monte, y santifícalo. Y Jehová le dijo: Ve, desciende, y subirás tú, y Aarón contigo; mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a Jehová, no sea que haga en ellos estrago. Entonces Moisés descendió y se lo dijo al pueblo.

a. Desciende, ordena al pueblo: Aquellos que a través de la rebelión, curiosidad, o por una simple osadía se tomaran la libertad de subir al monte serían muertos. La gloria y grandeza de Dios no era un asunto que debía ser sujeto a un cuestionamiento científico o una manera de probar la hombría.

b. El pueblo no podrá subir al monte Sinaí: Solamente porque Dios llamó a Moisés y Aarón a subir no significaba que había una invitación abierta para que todo el pueblo se pudiera encontrar con Dios sobre el Monte Sinaí.

c. Mas los sacerdotes y el pueblo no traspasen el límite para subir a Jehová: Toda la idea del monte Sinaí era la exclusión. Éxodo 19 describe la admiración y temor que cada Israelita debió sentir en el Monte Sinaí. Es fácil pensar que esto les inspiró a un estilo de vida de santidad.

i. Muchos hoy en día sienten que necesitamos más de los truenos y del fuego y del temblor del Monte Sinaí en la gente como una forma de apartarlos del pecado. Pero, después de no más de cuarenta días de éstos, toda la nación tendría una orgía sobre un becerro de oro, adorándole como al dios que los sacó de Egipto.

ii. “Admiración es una cosa: la sumisión de la voluntad es otra.” (Chadwick) Israel tenía mucha admiración, pero poca sumisión de su voluntad.

iii. Hebreos 12:18-24 dice claramente que bajo el Nuevo Pacto venimos a un diferente monte, que nuestra salvación y relación con Dios esta centrada en el Monte de Sion, no en el Monte Sinaí.

· Sinaí habla de temor y terror, pero Sion habla de amor y perdón.

· Sinaí esta en un desierto seco, pero Sion es la ciudad del Dios Viviente.

· Sinaí, con todos sus temores y poder, es terrenal; pero el Monte de Sion al que venimos es celestial y espiritual.

· En el Sinaí sólo Moisés podía venir y encontrarse con Dios; en Sion hay una innumerable compañía, una asamblea general.

· Sinaí tenía a hombre culpables en el temor, pero Sion tiene a hombre justos hechos perfectos

· En el Sinaí Moisés es el mediador, pero en Sion Jesús el mediador.

· Sinaí colocó un Viejo Pacto, ratificado por la sangre de animales; Sion tiene un Nuevo Pacto, ratificado por la sangre del precioso Hijo de Dios.

· Sinaí se trataba todo de límites y exclusión; Sion se trata todo sobre una invitación.

· Sinaí se trata únicamente de la Ley, Sion se trata únicamente de la gracia.

iv. Por lo tanto, no debemos de venir a Sion como si viniéramos a Sinaí. Debemos de apartar nuestra indecisión y armarnos de valor al venir a Dios. Pero a pesar de esto, hay mucho que aprender sobre el Monte Sinaí. Aprendemos de los requerimientos santos de Dios y de lo que debemos hacer antes de que podamos venir a Él. De una manera similar que aquellos en el Monte Sinaí, hay cosas que debemos de hacer para encontrarnos con Dios.

· Debemos recibir la palabra de Dios

· Debemos de santificarnos

· Debemos de ser hechos limpios

· Solo podemos venir después del tercer día

· Debemos de respetar los límites de Dios

· Debemos de refrenar la carne

· Debemos saber que venimos ante un Dios santo

v. “Lector, ¿estas aún bajo la influencia y el poder de condenación de aquella ley vehemente la cual proviene de su mano derecha? ¿Aún estás lejos? Recuerda, tú sólo puedes venir por medio de la sangre derramada; y hasta que no hayas sido justificado por su sangre aún estas bajo maldición. Considera la terrible majestad de Dios. Si tú tienes su favor tú tienes la vida; si su ira,muerte. Debes reconciliarte instantáneamente con Dios, puesto que tú has pecado profundamente, y él es justo, pero también él es quien justifica a aquel que ha creído en Jesucristo. Cree en él, recibe su salvación; En verdad OBEDECE su voz, y MANTEN su pacto, y ENTONCES serás tú un rey y sacerdote hacia Dios y el Cordero, y al final serás salvado con todo el poder de una vida sin fin. Amén.” (Clarke)

© 2012 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.

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