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David Guzik :: Santiago 2 – Una Fe Viva en la Vida de la Iglesia

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Santiago 2 – Una Fe Viva en la Vida de la Iglesia

A. Parcialidad y discriminación en la familia de Dios.

1. (Santiago 2:1) El principio establecido


Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción de personas.

a. La fe gloriosa que tenemos, la fe en nuestro Señor Jesucristo, nunca debe estar asociada con acepción de personas (discriminación). El mismo glorioso Señor no mostró parcialidad (Deuteronomios 10:17, Hechos 10:34), así que tampoco los que han puesto su confianza en Él.

b. Debemos de recordar bien que Santiago escribió a una era muy “parcial”, llena de prejuicio y odio basado en la clase, etnias, nacionalidad y trasfondo religioso. En el mundo antiguo se categorizaban rutinaria y permanentemente a las personas debido a que ellos eran Judíos o Gentiles, esclavos o libres, ricos o pobres, Griegos o bárbaros, o lo que fuera.

i. Un aspecto significante de la obra de Jesús era el romper esas murallas que dividían a la humanidad, y el traer adelante una nueva raza humana en Él (Efesis 2:14-15).

c. La unidad y apertura de la iglesia primitiva era un asombro para el mundo antiguo. Pero esa unidad no llego automáticamente. Como este mandato de Santiago es mostrado, los apóstoles debían de enseñar a la iglesia primitiva el tener la la fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo …sin acepción de personas.

2. (Santiago 2:2-4) Un ejemplo del tipo de parcialidad que no tiene a lugar entre los Cristianos.


Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y con ropa espléndida, y también entra un pobre con vestido andrajoso, y miráis con agrado al que trae la ropa espléndida y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y decís al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado; ¿no hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos?

a. Porque si en vuestra congregación entra: La palabra antigua Griega de asamblea es literalmente sinagoga, el lugar de reunión de los Judíos. El hecho de que Santiago llame el lugar de reunión de los Cristianos sinagoga muestra que él escribió antes de que los Gentiles fueran abiertamente recibidos en la iglesia. En el tiempo que Santiago escribió, la mayoría de los Cristianos venían de un linaje Judío. Este es el único lugar en el Nuevo Testamento en donde la asamblea de los Cristianos es claramente llamada una sinagoga.

i. “Hasta la última grieta entre Judaísmo y Cristianismo, los Cristianos y No Cristianos Judíos usaban, de manera seguida, la misma palabra para su lugar de reunión sagrado.” (Adamson)

b. Un hombre con anillo de oro: Esto muestra que el hombre era rico. “En la sociedad Romana los ricos usaban anillos en su mano izquierda con gran liberalidad. Una marca de riqueza, los anillos se utilizaban con gran ostentación Aún había tiendas en Roma en la cual los anillos se podían rentar para ocasiones especiales.” (Hiebert)

c. ¿No hacéis distinciones entre vosotros mismos, y venís a ser jueces con malos pensamientos? El favorecer al hombre rico por encima del hombre pobre en la forma que lo describe Santiago muestra una profunda carnalidad entre los Cristianos.

i. Muestra que nos importa más la apariencia externa, en lugar del corazón. Pues el Señor no ve lo que ve el hombre; pues el hombre ve la apariencia exterior, pero el SEÑOR ve el corazón (1 Samuel 16:7). Dios ve al corazón, y nosotros también debiéramos de verlo.

ii. Muestra que entendemos mal quien es importante y bendecido a la vista de Dios. Cuando asumimos que el hombre rico es más importante para Dios, o más bendecido por Dios, entonces ponemos mucho valor en las riquezas materiales.

iii. Muestra un rasgo egoísta en nosotros. Usualmente favorecemos al hombre rico sobre el hombre pobre debido a que creemos que podemos obtener más del hombre rico. Él podría hacernos favores que el hombre pobre no puede.

3. (Santiago 2:5-7) La parcialidad del hombre en raras ocasiones esta de acuerdo con el corazón de Dios.


Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? Pero vosotros habéis afrentado al pobre. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? ¿No blasfeman ellos el buen nombre que fue invocado sobre vosotros?

a. ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino?: A pesar de que es fácil para el hombre ser parcial para los ricos, Dios no es parcial con ellos. De hecho, ya que las riquezas son un obstáculo para el reino de Dios (Mateo 19:24), hay un sentido en el que los pobre de este mundo son bendecidos especialmente por Dios.

i. El pobre es elegido …para que sean ricos en fe debido a que los pobres de este mundo simplemente tienen más oportunidades para confiar en Dios. Por lo tanto ellos pueden por mucho ser más ricos en fe que el hombre rico.

ii. El pobre es elegido …herederos del reino, debido a que Jesús dijo que para el rico le es difícil el entrar al reino de los cielos (Matthew 19:24).

b. No ha elegido Dios: En el sentido de que los pobres responden con más prontitud en fe a Dios, teniendo menos obstáculos para el reino, podemos ver como Dios a elegido al pobre. “La historia de la Iglesia que comparativamente más personas pobres han respondido al evangelio que las personas ricas.” (Hiebert)

i. Cuando elegimos personas por lo que podemos ver en la apariencia, entonces perdemos el enfoque de Dios. Recuerde que Judas aparentaba tener mejores características de liderazgo que Pedro.

ii. Por supuesto que Dios no solamente a elegido a los pobres. Pero podríamos decir de que Él ha elegido a los pobres primero, en el sentido en el que Pablo habla en Corintios 1:26: Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles. Calvin también escribió en cuanto a la elección de Dios por los pobres: “En realidad no solo, pero él deseo empezar con ello, para que él pudiera vencer el orgullo de los ricos”.

c. ¿No os oprimen los ricos, y no son ellos los mismos que os arrastran a los tribunales? Santiago le recuerda a sus lectores que los ricos muy a menudo pecan contra ellos, y muchas veces debido a que el amor al dinero es la raíz de todos los males (1 Timoteo 6:10). Por esta única razón, los ricos no son dignos de la parcialidad que en repetidas ocasiones le mostramos

4. (Santiago 2:8-9) La parcialidad es condenada por las Escrituras


Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Amarás a tu prójimo como a ti mismo, bien hacéis; pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado, y quedáis convictos por la ley como transgresores.

a. Si en verdad cumplís la ley real, conforme a la Escritura: Santiago anticipa que algunos lectores pueden defender la parcialidad hacia los ricos por simplemente amarlos por el hecho de ser sus vecinos, en obediencia a la ley.

b. Pero si hacéis acepción de personas, cometéis pecado: El problema no es de que seas amable con los ricos. ¡El problema es que tú muestres acepción de personas, y que no seas amable con el hombre pobre! Así que no puedes excusar tu acepción al decir, “Estoy cumpliendo el mandamiento de amar a mi prójimo como a mi mismo.”

c. La ley real: Nuestro Dios es un gran Rey, y Su ley es una ley real. Nuestro Rey Jesús pone un énfasis especial en este mandamiento (Mateo 22:36-40) del Antiguo Testamento (Levíticos 19:18). Santiago nos esta recordando que el hombre pobre es también nuestro prójimo, al igual que el hombre rico.

5. (Santiago 2:10-13) El asunto serio de obedecer todos los mandamientos de Dios.


Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos. Porque el que dijo: No cometerás adulterio, también ha dicho: No matarás. Ahora bien, si no cometes adulterio, pero matas, ya te has hecho transgresor de la ley. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia; y la misericordia triunfa sobre el juicio.

a. Porque cualquiera que guardare toda la ley, pero ofendiere en un punto, se hace culpable de todos: Aquí Santiago nos cuida en contra de tener una obediencia selectiva, la clase que selecciona y escoge los mandamientos de Dios que deben de ser obedecidos y los mandamientos que se pueden ignorar de una forma segura.

i. No podemos decir, “Me gusta el mandamiento de Dios en contra de matar, así que ese lo guardaré. Pero no me gusta Su mandamiento en contra del adulterio, así que lo ignoraré.” A Dios le importa toda la ley.

ii. Toda la ley se debe de guardar si uno se quiere justificar por la ley. Un antiguo Rabino enseñó: “Si un hombre lleva a cabo todos los mandamientos, menos uno, él es culpable de todos y cada uno de ellos; el romper un precepto es el desafiar a Dios, quien dio todos los mandamientos.” (Adamson)

b. Así hablad, y así haced, como los que habéis de ser juzgados por la ley de la libertad: Estamos bajo la ley de libertad. Tiene libertad, pero aún es una ley que debe de ser obedecida y de la cual seremos juzgado por el tribunal de Cristo (2 Corintios 5:10).

c. Porque juicio sin misericordia se hará con aquel que no hiciere misericordia: Para aquellos que han de ser juzgados por la ley de la libertad, debemos de siempre mostrar misericordia a los demás refrenando la acepción (parcialidad). La misericordia que nosotros mostramos será extendida a nosotros de nuevo en el día del juicio, y la misericordia triunfa sobre el juicio.

i. Santiago esta relatando otro principio de Jesús del Sermón del Monte: Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. (Mateo 7:2)

B. La demostración de una fe viviente en acciones de amor.

1. (Santiago 2:14) El principio establecido: una verdadera fe estará acompañada por acción.


Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?

a. ¿De qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras?: Santiago piensa que es imposible que alguien pueda ser genuinamente salvo por fe sin tener obras. Pero alguien puede decir, tiene fe, pero falla en mostrar buenas obras. Así que la pregunta es válida: ¿Podrá la fe salvarle?

b. Santiago le escribió a los Cristianos con un trasfondo Judío los cuales habían descubierto la gloria de la salvación por fe. Ellos conocían el regocijo de la libertad de obras de justicia. Pero entonces ellos se fueron al otro extremo al pensar que las obras no importaban para nada.

c. Santiago no contradice a Pablo, quien insistía de que somos salvos, no por obras (Efesios 2:9). Santiago simplemente clarifica el tipo de fe que salva. Somos salvos por la gracia a través de fe no por obras; pero esa fe que salva tendrá obras que la acompañan. Como dice el dicho: solamente la fe salva, pero la fe que salva no esta sola – tiene buenas obras con ella.

i. Pablo también entendía la necesidad de las obras para probar el carácter de nuestra fe. Él escribió: Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas. (Efesios 2:10) También él escribió: Palabra fiel es ésta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras (Titus 3:8).

ii. El gran reformador y defensor de la salvación por la gracia a través de la fe, Juan Calvino, entendió el punto de Santiago: “Pero Santiago tiene otra cosa la cual él ve, y este es el exhibir que aquél que profesa que tiene fe, debe de probar la realidad de su fe por obras. Sin duda Santiago no quiso enseñarnos la base en la cual nuestra esperanza de salvación debería descansar; y es esto por sí solo en la cual Pablo se fija.” (Calvin)

2. (Santiago 2:15-17) Un ejemplo de fe muerta.


Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.

a. Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día: El fallar en la obra más sencilla hacia un hermano o hermana en necesidad demuestra que uno no tiene una fe viva, y que nosotros solamente podemos ser salvos por una fe viva en Jesús.

b. Calentaos y saciaos: El decir esto significa que sabes que la persona frente a ti tiene necesidad de vestido y alimento. Conoces su necesidad bien, pero no les ofreces nada para ayudarles excepto un poco de palabras religiosas.

c. ¿De qué aprovecha? Una verdadera fe, y las obras que la acompañan, no están hechas solamente de cosas “espirituales”, sino también de una preocupación de las necesidades más básicas – tales como la necesidad de consuelo, abrigo y comida. Cuando las necesidades aparecen, debiéramos entonces orar menos y simplemente hacer más para ayudar a la persona en necesidad. Algunas veces podemos orar en sustitución de acción.

d. Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma: Esta es la primera vez que Santiago habla de fe muerta. La fe por sí sola nos salva, pero debe de ser una fe viva. Podemos darnos cuenta si la fe esta viva al ver que este acompañada por obras, y si no tiene obras, esta muerta.

i. Una fe viva es simplemente una verdadera fe. Si en verdad creemos en algo, entonces seguiremos y actuaremos de acuerdo a ello. Si en verdad ponemos nuestra confianza y fe en Jesús, entonces nos importarán los que están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento, justo como Él nos dijo.

3. (Santiago 2:18-19) Una fe viva no se puede separar de las obras.


Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.

a. Tú tienes fe, y yo tengo obras: Algunos podrían decir de que ellos tienen el “don” de obras y que otros tienen el “don” de la fe. “Esta bien que tú tengas tu don de obras y que estés preocupado por los necesitados. Pero ese no es mi don.”Pero Santiago tendrá ninguna de estas maneras de pensar. La fe verdadera se demostrará por obras.

b. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras: La apelación de Santiago es clara y lógica. No podemos “ver” la fe de alguien, pero podemos ver sus obras. No puedes ver fe sin obras, pero tú puedes demostrar la realidad de fe por obras.

c. Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. La falacia de fe sin obras es demostrada por los demonios, los cuales tienen una fe “muerta” en Dios. Los demonios creen en el sentido de que reconocen que Dios existe. Pero esa “fe’ no hace nada por los demonios, debido a que no es una fe real, y es probada por el hecho de que no tiene obras en ella.

4. (Santiago 2:20-24) Abraham como un ejemplo de fe viva.


¿Mas quieres saber, hombre vano, que la fe sin obras es muerta? ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras? Y se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia, y fue llamado amigo de Dios. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe.

a. ¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? Abraham fue justificado por fe mucho antes que ofreciera a Isaac (Génesis 15:6). Pero su obediencia al ofrecer a Isaac demostró que el verdaderamente confiaba en Dios.

b. ¿No ves que la fe actuó juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?: La fe y las obras cooperaron juntas perfectamente en Abraham. Si él nunca hubiera creído en Dios, él nunca hubiera podido hacer la buena obre de obediencia cuando se le pidió que ofreciera a Isaac. También, su fe fue mostrada ser cierta – fue completa, se perfeccionó – debido a su obra en obediencia.

c. Vosotros veis, pues, que el hombre es justificado por las obras, y no solamente por la fe: La fe no justificará al hombre si es una fe que no tiene obras, es una fe muerta. Pero una verdadera fe, una fe viva, muestra ser verdadera por obras buenas, y ésta por sí sola justifica.

i. “Pero Santiago tiene otra cosa la cual él ve, y este es el exhibir que aquel que profesa que tiene fe, debe de probar la realidad de su fe por obras. Sin duda Santiago no quiso enseñarnos la base en la cual nuestra esperanza de salvación debería descansar; y es esto por sí solo en la cual Pablo se fija.” (Calvin)

d. Las obras deben de acompañar una fe genuina, debido a que la fe siempre esta conectada con regeneración – el nacer de nuevo, el convertirse en una nueva criatura en Jesús (2 Corintios 5:17). Si no hay evidencia de una vida nueva, entonces no hubo una fe genuina, una fe que salva.

i. Como se reportó que dijo Charles Spurgeon: “La gracia que no cambia mi vida no salvará mi alma.”

5. (Santiago 2:25-26) Rahab como un ejemplo de una fe viva.


Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino? Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta.

a. también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras?: Rahab demostró su confianza en el Dios de Israel al esconder espías y al buscar salvación de su Dios (Josué 2:8-13). Su fe se mostró ser una fe viva debido a que hizo algo. Su convicción en el Dios de Israel no hubiera salvado su vida si ella no hubiera hecho algo con esa fe.

b. Santiago significativamente usa dos ejemplos de fe vida: Abraham (el padre de los Judíos) y Rahab (un Gentil). Santiago quizás estaba sutilmente exhortando la falta de aceptación que se pudo ir desarrollando en la parte de los Judíos Cristianos en contra de los creyentes Gentiles que estaba comenzando en la iglesia.

i. La lección de Abraham es clara: si creemos en Dios, entonces haremos lo que Él nos diga que hagamos. La lección de Rahab también es clara: si creemos en Dios, entonces ayudaremos a Su pueblo, aún bajo nuestro propio costo.

ii. “Él a propósito puso a dos personas juntas las cuales eran diferente en carácter, para exhibir con más claridad, que ninguno, cualquiera que fuera su condición, nación o clase social, se ha contabilizado como justo sin buenas obras.” (Calvin, citado en Hiebert)

c. Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta: Así como se puede tener un cuerpo sin vida (un cadáver), así puedes tener fe sin vida – y una fe sin obras es una fe muerta, incapaz de salvar.

i. “Por lo tanto, si no hay obras aproximándose, es prueba de que la fe que se profesa esta muerta. Note que Santiago no niega que es la fe. Él simplemente indica que no es el tipo correcto de fe. Es una fe que no tiene vida, y no puede salvar..” (Burdick)

ii. “El hombre no es justificado únicamente por fe, esto es, por un conocimiento simple y vacío de Dios; él es justificado por obras, esto es, que su justicia es conocida y es probada por sus frutos.” (Calvin)

©2016 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.

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