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David Guzik :: Josué 21 – Ciudades señaladas para los levitas

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Josué 21 – Ciudades señaladas para los levitas

A. La gente de la tribu de Leví recibe sus ciudades con ejidos.

1. (Josué 21:1-3) Los líderes de la tribu de Leví piden lo que les fue prometido.


Los jefes de los padres de los levitas vinieron al sacerdote Eleazar, a Josué hijo de Nun y a los cabezas de los padres de las tribus de los hijos de Israel, y les hablaron en Silo en la tierra de Canaán, diciendo: “Jehová mandó por medio de Moisés que nos fuesen dadas ciudades donde habitar, con sus ejidos para nuestros ganados.” Entonces los hijos de Israel dieron de su propia herencia a los levitas, conforme al mandato de Jehová, estas ciudades con sus ejidos.

a. Los levitas no recibieron “provincia” de tierra tal y como las otras tribus; de cualquier modo, ellos tenían que vivir en alguna parte. Entonces, cada tribu dio ciertas ciudades y ejidos (tierras que rodean inmediatamente las ciudades) a la tribu de Leví.

b. La tribu de Leví no tenía “provincia” de tierra porque Dios había dicho que Él sería su herencia (Josué 13:14, y Josué 13:33).

2. (Josué 21:4-42) Se señalan ciudades para los levitas, de acuerdo con sus tres divisiones familiares principales.


Y la suerte cayó sobre las familias de los coatitas; y los hijos de Aarón el sacerdote, que eran de los levitas, obtuvieron por suerte de la tribu de Judá, de la tribu de Simeón y de la tribu de Benjamín, trece ciudades. Y los otros hijos de Coat obtuvieron por suerte diez ciudades de las familias de la tribu de Efraín, de la tribu de Dan y de la media tribu de Manasés. Los hijos de Gersón obtuvieron por suerte, de las familias de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la media tribu de Manasés en Basán, trece ciudades. Los hijos de Merari según sus familias obtuvieron de la tribu de Rubén, de la tribu de Gad y de la tribu de Zabulón, doce ciudades. Dieron, pues, los hijos de Israel a los levitas estas ciudades con sus ejidos, por suertes, como había mandado Jehová por conducto de Moisés. De la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón, dieron estas ciudades que fueron nombradas, las cuales obtuvieron los hijos de Aarón de las familias de Coat, de los hijos de Leví; porque para ellos fue la suerte en primer lugar. Les dieron Quiriat-arba del padre de Anac, la cual es Hebrón, en el monte de Judá, con sus ejidos en sus contornos. Mas el campo de la ciudad y sus aldeas dieron a Caleb hijo de Jefone, por posesión suya. Y a los hijos del sacerdote Aarón dieron Hebrón con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Libna con sus ejidos, Jatir con sus ejidos, Estemoa con sus ejidos, Holón con sus ejidos, Debir con sus ejidos, Aín con sus ejidos, Juta con sus ejidos y Bet-semes con sus ejidos; nueve ciudades de estas dos tribus; y de la tribu de Benjamín, Gabaón con sus ejidos, Geba con sus ejidos, Anatot con sus ejidos, Almón con sus ejidos; cuatro ciudades. Todas las ciudades de los sacerdotes hijos de Aarón son trece con sus ejidos. Mas las familias de los hijos de Coat, levitas, los que quedaban de los hijos de Coat, recibieron por suerte ciudades de la tribu de Efraín. Les dieron Siquem con sus ejidos, en el monte de Efraín, como ciudad de refugio para los homicidas; además, Gezer con su ejidos, Kibsaim con sus ejidos y Bet-horón con sus ejidos; cuatro ciudades. De la tribu de Dan, Elteque con sus ejidos, Gibetón con sus ejidos, Ajalón con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos; cuatro ciudades. Y de la media tribu de Manasés, Taanac con sus ejidos y Gat-rimón con sus ejidos; dos ciudades. Todas las ciudades para el resto de las familias de los hijos de Coat fueron diez con sus ejidos. A los hijos de Gersón de las familias de los levitas, dieron de la media tribu de Manasés a Golán en Basán con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Beestera con sus ejidos; dos ciudades. De la tribu de Isacar, Cisón con sus ejidos, Daberat con sus ejidos, Jarmut con sus ejidos y En-ganim con sus ejidos; cuatro ciudades. De la tribu de Aser, Miseal con sus ejidos, Abdón con sus ejidos, Helcat con sus ejidos y Rehob con sus ejidos; cuatro ciudades. Y de la tribu de Neftalí, Cedes en Galilea con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas, y además, Hamot-dor con sus ejidos y Cartán con sus ejidos; tres ciudades. Todas las ciudades de los gersonitas por sus familias fueron trece ciudades con sus ejidos. Y a las familias de los hijos de Merari, levitas que quedaban, se les dio de la tribu de Zabulón, Jocneam con sus ejidos, Carta con sus ejidos, Dimna con sus ejidos y Naalal con sus ejidos; cuatro ciudades. Y de la tribu de Rubén, Beser con sus ejidos, Jahaza con sus ejidos, Cademot con sus ejidos y Mefaat con sus ejidos; cuatro ciudades. De la tribu de Gad, Ramot de Galaad con sus ejidos como ciudad de refugio para los homicidas; además, Mahanaim con sus ejidos, Hesbón con sus ejidos y Jazer con sus ejidos; cuatro ciudades. Todas las ciudades de los hijos de Merari por sus familias, que restaban de las familias de los levitas, fueron por sus suertes doce ciudades. Y todas las ciudades de los levitas en medio de la posesión de los hijos de Israel, fueron cuarenta y ocho ciudades con sus ejidos. Y estas ciudades estaban apartadas la una de la otra, cada cual con sus ejidos alrededor de ella; así fue con todas estas ciudades.

a. Lo impactante acerca de esta lista que Dios quería que los levitas se “esparcieran” a lo largo de toda la tierra de Israel. Él nunca quiso que hubiera un “estado” de Leví, pero cada tribu debía tener una influencia sacerdotal y su presencia en medio.

i. Del mismo modo, los cristianos (siendo sacerdotes, 1 Pedro 2:5 y 1 Pedro 2:9) deben “esparcirse” a lo largo de todo el mundo y la sociedad, en lugar de salir a hacer un “país cristiano” en alguna parte.

b. Quizás es algo significativo que los sacerdotes recibieran sus ciudades al final de todas las tribus. Los sacerdotes son establecidos para servir, no para ser servidos, y hay algo sacerdotal en dejar a otros ir primero.

B. Israel toma posesión total de la tierra.

1. (Josué 21:43) La tierra es de Israel, dada a ellos por Dios.


De esta manera dio Jehová a Israel toda la tierra que había jurado dar a sus padres, y la poseyeron y habitaron en ella.

a. Todas las tribus tenían sus tierras. Ellos deben ir a cada rincón de lo que Dios les dio, y tomar posesión total, pero Dios ha provisto todo lo necesario para que ellos lo hagan.

2. (Josué 21:44) El reposo en la tierra es de Israel, dado a ellos por Dios.


Y Jehová les dio reposo alrededor, conforme a todo lo que había jurado a sus padres; y ninguno de todos sus enemigos pudo hacerles frente, porque Jehová entregó en sus manos a todos sus enemigos.

a. Y Jehová les dio reposo alrededor: Este es el punto donde Israel paró de conmemorar la pascua como si se hubieran equipado para viajar como se describe en Éxodo 12:11). Ahora ellos comerán la Pascua recostados en descanso (como se describe en Juan 13:23), porque el Señor les ha dado reposo en la tierra.

3. (Josué 21:45) Ninguna palabra de Dios falla.


No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho a la casa de Israel; todo se cumplió.

a. No faltó palabra de todas las buenas promesas que Jehová había hecho: Dios fue completamente fiel con respecto a la tierra; pero Israel no. Cualquier falla para poseer no fue porque Dios no haya hecho una provisión adecuada, sino porque Israel ha fallado en seguir por completo al Señor.

b. Dios ha sido completamente fiel a ti, y ha hecho provisión para una victoria continua. Él te ha dado grandemente, pero ¿Qué posees?

i. “A la luz de la Cruz, ¿no es cierto que el enemigo no tiene derecho de habitar en la tierra? ¿No es cierto que el reclamo de Satanás por tu vida le fue arrebatado en el Calvario? ¿No es cierto que el pecado no tiene derecho de establecerse en la vida de un hijo de Dios? ¿No es cierto que satanás no tiene poder en la presencia del Omnipotente? ¿No es cierto que gracias a su sangre y su resurrección, Jesucristo se comprometió a destruir al enemigo por completo? ¿No es cierto que en el poder interior del Espíritu Santo hay fuerza para cada tentación, gracia para cada prueba, poder para vencer todas las dificultades?” (Alan Redpath)

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