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David Guzik :: Miqueas 2 – El Pueblo Pecaminoso de Dios

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Miqueas 2 – El Pueblo Pecaminoso de Dios

A. Los pecados de codicia y orgullo.

1. (Miqueas 2:1-2) Codicia entre el pueblo de Dios.

¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ejecutan, porque tienen en su mano el poder! Codician las heredades, y las roban; y casas, y las toman; oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.

a. ¡Ay de los que en sus camas piensan iniquidad! Todo pecado es malo delante de Dios, pero el pecado premeditado es peor. Aquí Miqueas habla claramente sobre aquellos que piensan iniquidad – en este caso – a aquellos que oprimen a los demás por medio de su codicia y avaricia.

b. La mañana es irónico. Típicamente los ladrones practican su obra de noche, bajo la cubierta de la oscuridad. En el mundo antiguo, los tribunales de justicia abrían el negocio en la mañana porque el sol que salía mostraba luz, dispersando la oscuridad. Miqueas ve la corrupción de los tribunales de justicia de Israel y muestra que éstos practican su robo y maldad en la mañana, cuando los tribunales abren.

c. Porque tienen en su mano el poder: Hay algunos pecados que jamás cometemos porque jamás somos puestos en un lugar donde podamos cometerlos. La verdadera prueba llega cuando tenemos en nuestra mano el poder para pecar y mantenernos fieles a Jehová.

2. (Miqueas 2:3-5) El pueblo soberbio de Dios es humillado.

Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo pienso contra esta familia un mal del cual no sacaréis vuestros cuellos, ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo. En aquel tiempo levantarán sobre vosotros refrán, y se hará endecha de lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la porción de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los dio y los repartió a otros. Por tanto, no habrá quien a suerte reparta heredades en la congregación de Jehová.

a. Yo pienso contra esta familia un mal: El pueblo maquinaba iniquidad; Dios maquinaba desastre sobre ellos. En Su justicia, Él les dio lo que ellos le daban a los demás.

b. Ni andaréis erguidos; porque el tiempo será malo: Miqueas reprende la soberbia entre el pueblo de Dios y anuncia que el tiempo será malo – el tiempo de juicio llegando al pueblo de Dios – ellos serán humillados y ya no andaránerguidos.

c. Los dio y los repartió a otros: En el juicio venidero – en particular, el juicio que viene sobre Israel por el conquistador Imperio Asirio – dejará sus tierras en posesión de extraños.

B. Aunque ellos pecaron en contra de Su Palabra, Dios promete una restauración para Su pueblo.

1. (Miqueas 2:6-9) El pueblo de Dios rechaza la palabra de Sus profetas.

No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen, porque no les alcanzará vergüenza. Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha acortado el Espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente? El que ayer era mi pueblo, se ha levantado como enemigo; de sobre el vestido quitasteis las capas atrevidamente a los que pasaban, como adversarios de guerra. A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas que eran su delicia; a sus niños quitasteis mi perpetua alabanza.

a. No profeticéis: Cuando los profetas de Dios venían a Su pueblo, éstos no lo recibían. Ellos deshonraban la Palabra de Dios como si fuera simple parloteo. Como resultado, Dios se detuvo de mandar profetas (no les profeticen). Afortunadamente, el pueblo de Dios respondió a la advertencia de Miqueas antes de que Dios se detuviera de enviarles a ellos – pero tomo un buen rato.

i. Miqueas comenzó su ministerio en el reinado de Jotam – pero nadie escuchó. Luego él profetizó durante el reinado de Acaz – pero nadie escuchó. Finalmente él profetizó durante el reinado de Ezequías – y los líderes y el pueblo se arrepintió. Miqueas no se rindió, aun cuando los resultados eran lentos para verse. Miqueas predicó por algunos 16 y 25 años antes de que hubiera una respuesta.

b. ¿Se ha acortado el Espíritu de Jehová? En su necedad, el pueblo de Israel pensaba que Dios era el problema. Ellos necesitaban entender que no había restricción por parte del Espíritu de Jehová; sino que ellos propiciaron toda la restricción.

i. “¿Piensas, de nuevo, que nosotros actuamos mucho como si el Espíritu del Señor estuviera restringido cuandoúnicamente buscamos pequeñas bendiciones? Me da mucho gusto el ver a trescientas o cuatrocientas personas ser convertidas al año y ser añadidas a esta iglesia, y esto ha sido por mucho tiempo; pero si yo hubiera bebido la idea de que esto es todo lo que puede ser hecho, estaría restringiendo el Espíritu de Dios.” (Spurgeon)

c. ¿No hacen mis palabras bien al que camina rectamente? La clave para su preservación en medio del juicio era el mantenerse firmes a las palabras de Dios. Cuando ellos rechazaban las palabras de Dios, son dejados pobres y destituidos – tanto material como espiritualmente.

2. (Miqueas 2:10-11) El pueblo de Dios acepta falsos profetas.

Levantaos y andad, porque no es éste el lugar de reposo, pues está contaminado, corrompido grandemente. Si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este tal será el profeta de este pueblo.

a. Porque no es éste el lugar de reposo: Miqueas expone las mentiras de los falsos profetas mostrando que ellos jamás pueden dar reposo. Las palabras de los falsos profetas están contaminados, y están corrompidosgrandemente y no traen paz, reposo y la restauración de la Palabra de Dios.

b. Si alguno andando con espíritu de falsedad mintiere: Con el juicio surgiendo sobre el horizonte – especialmente para el reino del norte de Israel – habían falsos profetas que hablaban de días de vino y de sidra, dando una falsa comodidad y esperanza hacia un pueblo engañado. Estos eran verdaderos “charlatanes,” no los verdaderos profetas de Dios, al ser llamados falsamente por los impíos durante los días de Miqueas (Miqueas 2:6). El único profeta que ellos querían era aquel que les dijera que habría mucho alcohol.

3. (Miqueas 2:12-13) Una promesa de restauración.

De cierto te juntaré todo, oh Jacob; recogeré ciertamente el resto de Israel; lo reuniré como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su aprisco; harán estruendo por la multitud de hombres. Subirá el que abre caminos delante de ellos; abrirán camino y pasarán la puerta, y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.

a. De cierto te juntaré todo, oh Jacob: Aunque el juicio estaba prometido debido al gran pecado del pueblo de Dios, ellos no podían “pecar más” que la gracia y bondad de Dios. Él aún promete una restauración para el resto de Israel.

b. Harán estruendo por la multitud de hombres: El remanente no serán pocos; será una multitud traída de regresos hacia el Señor y Sus caminos – y a la cabeza de ellos Jehová.

c. El que abre caminos puede ser traducido como un título – la Versión King James lo tiene como el Rompedor. Podemos ver esto como un título mesiánico un tanto oscuro, pero no menos precioso, de Jesús – el Rompedor. En su cargo, él es el capitán y líder de Su pueblo, avanzando enfrente de Su manada. ¡Como necesitamos un Rompedor, un abre caminos en nuestra vida!

© 2016 David Guzik – No se permite la distribución más allá del uso personal sin autorización.

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