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David Guzik :: Hageo 2 – La Gloria del Segundo Templo

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Hageo 2 – La Gloria del Segundo Templo

A. La segunda palabra de parte de Dios: la gloria del nuevo templo.

1. (Hageo 2:1-3) ¿Es el nuevo templo como nada comparado con el templo de Salomón?

En el mes séptimo, a los veintiún días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla ahora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote, y al resto del pueblo, diciendo: ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?

a. En el mes séptimo: Este mensaje llegó en Octubre de 520 a.C. era tiempo de fiesta en Israel, celebrando tanto el Día de Expiación y la Fiesta de los Tabernáculos.

b. ¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto esta casa en su gloria primera? Hageo habló unos 66 años después de que el templo fue destruido. Ciertamente habían algunos ancianos quienes habían visto el templo de Salomón en su esplendor.

i. Esdras 3:12-13 describió como se sintieron aquellos quienes habían visto el primer tempo, cerca de 16 años antes de esta profecía de Hageo, cuando la obra de reconstrucción del templo acababa de comenzar:

Y muchos de los sacerdotes, de los levitas y de los jefes de casas paternas, ancianos que habían visto la casa primera, viendo echar los cimientos de esta casa, lloraban en alta voz, mientras muchos otros daban grandes gritos de alegría. Y no podía distinguir el pueblo el clamor de los gritos de alegría, de la voz del lloro; porque clamaba el pueblo con gran júbilo, y se oía el ruido hasta de lejos. (Esdras 3:12-13)

ii. Los hombres de Esdras 3 lloraron porque habían visto la casa en su gloria primera. Cuando Salomón construyó el primer templo, él no escatimó ningún gasto en materiales, y contrató los mejores talentos que pudo encontrar para hacer la obra.

c. ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?: Estos tipos de comparaciones entre “los buenos días de antaño” y el día presente – o entre la obra de Dios en varios lugares y tiempos – son benéficos en raras ocasiones. No le hizo al pueblo en los tiempo de Hageo ningún bien en pensar en que magnifico era el templo de Salomón, comparado con su propia obra de construcción.

i. “Lo pequeño de nuestros dones pueden ser una tentación para nosotros. Somos conscientemente tan débiles y tan insignificantes, comparado con el gran Dios y su causa, que somos desanimados, y hallamos en vano el intentar cualquier cosa…el enemigo contrasta nuestra obra con la de los demás, y con la de aquellos que nos han precedido. Nosotros no podemos construir como Salomón, por lo tanto, no construyamos nada. Pero, hermanos, hay una mentira en todo esto, pues, en verdad, nada es digno de Dios. Las grandes obras de los demás, y aún las asombrosas producciones de Salomón, todos quedan destituidos de su gloria.” (Spurgeon)

ii. A.W. Tozer sugirió esta oración en cuanto a nuestra tendencia para comparar y competir:

“Querido Dios, de aquí en adelante me rehuso a competir con cualquiera de Tus siervos. Ellos tienen congregaciones más grandes que la mía. Que así sea. Me regocijo en sus éxitos. Ellos tienen dones más grandes. Muy bien. Eso no esta en su poder, ni en el mío. Yo, humildemente, estoy agradecido por sus dones más grandes y mis pequeños dones. Yo sólo oro que pueda utilizar estos dones modestos que poseo para Tu gloriaI. No me compararé con nadie, ni trataré de hacer crecer mi auto estima al notar donde puede tener éxito sobre este o aquél en Tu santa obra. Y con esto hago una manta de repudio de cualquier valor intrínseco. Soy solamente un siervo improductivo. Yo gustosamente voy al pie de la cruz y me hago el menor de Tu pueblo. Si fracaso en mi propio criterio y en realidad me subestimo, no quiero saberlo. Me propongo el orar por otros y el regocijarme en sus éxitos como si fueran míos. Y asimismo es mío si es Tuyo, pues lo que es Tuyo es mío, y mientras que una planta y otro riega, solamente eres Tú quien da el crecimiento.” (A.W. Tozer, El Principe de Descuido)

2. (Hageo 2:4-5) Llevando a cabo la obra en fortaleza y seguridad.

Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate también, Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos. Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis.

a. Esfuérzate…y trabajad…no temáis: Dios le da a los líderes y al pueblo de Israel tres mandamientos sencillos. Cada uno de estos tres son esenciales para llevar a cabo la obra de Dios. Grandes cosas no son logradas sin acción.

i. Lo que hacía falta era la falta de satisfacción con las cosas como estaban, y la propulsión consecuente de iniciar la acción. La resignación mató la fe.” (Baldwin)

b. Yo estoy con vosotros…Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto: El mismo Dios que hizo grandes cosas en el pasado estuvo con ellos en aquellos tiempos, así que ten ánimo.

i. “Sin duda que el temor se asió de muchos de los que regresaron – el miedo de que Dios haya escrito un ‘Ichabod’ eterno sobre Jerusalén” (Alden)

c. Mi Espíritu estará en medio de vosotros: Bajo el Antiguo Pacto, el Espíritu Santo estaba entre el pueblo. Bajo el Nuevo Pacto él esta en el pueblo de Dios.

3. (Hageo 2:6-9) ¿Porqué el tiempo reconstruido será más glorioso que el templo de Salomón?

Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.

a. De aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra: Esta es la única porción de Hageo citada en el Nuevo Testamento (Hebreos 12:26).

b. Y vendrá el Deseado de todas las naciones: A través de los siglos, la mayoría ve esta profecía como la venida del Mesías a este templo reconstruido en los días de Hageo y Esdras. Este entendimiento comenzó con los antiguos rabinos, y continuó entre los Cristianos, y es adecuado con la promesa de llenar de gloria esta casa.

i. Algunos señalan que esta palabra para Deseado también puede ser traducido a tesoros. sabemos que los Gentiles han de traer tributo hacia el Señor en el Milenio (Isaías 60:5) – pero eso no traería tesoros hacia este templo, el cual fue construido en los días de Esdras y Hageo.

ii. El verdadero Deseado de todas las naciones es Jesús, aún si las mismas naciones no lo saben. “él es el único, el verdadero Reformador, el verdadero rectificador de todo lo malo, y con respecto a esto, el deseado de todas las naciones. ¡Oh! si el mundo pudiera juntar todo su justo deseo; si pudiera condensar en un clamor todos sus deseos salvajes; si todos los verdaderos amantes de la humanidad pudieran condensar sus teorías y extraer el verdadero vino de la sabiduría de ello; llegaría únicamente a esto, queremos a un Dios Encarnado, ¡Y tienen al Dios Encarnado! ¡Oh Naciones!, ¡pero no le conocen! Ustedes, en la oscuridad, están a tientas tras él, y no saben que esta allí.” (Spurgeon)

iii. Al saber que Jesús es el Deseado de todas las naciones también alienta nuestra obra misionera. “Hermanos, puedo añadir, Cristo es en verdad el deseo de todas las naciones con respecto a esto, que nosotros lo deseamos para todas las naciones. ¡Oh! ¡Qué el mundo fuera abarcado por su evangelio! Quiera Dios que el fuego sagrado corra por el suelo, que el pequeño puñado de maíz en la cima de las montañas pronto haría que su fruto temblara como el Líbano. ¡Oh! ¿Cuándo llegará, cuándo llegará que todas las naciones le conozcan? Oremos por ello: trabajemos por ello.” (Spurgeon)

c. Mía es la plata, y mío es el oro, dice Jehová de los ejércitos: Ellos no necesitaban estar desanimados si no tenían dinero para el proyecto de construcción. Ellos debían de valientemente confiar en Dios, el dueño de todo recurso, y luego dar generosamente.

i. Cuando verdaderamente confiamos en Dios, daremos generosamente. Hudson Taylor, el misionero que abrió brecha hacia las regiones interiores de China en la segunda mitad del siglo XIX experimentó este principio en los primeros años de su vida. Cuando fue joven predicaba en casas abandonadas en los barrios de escasos recursos de Londres. Un hombre pobre le preguntó a Taylor que regresara a su cuarto y orara por su esposa, quien sufría de complicaciones desde el alumbramiento, y estaba cerca de la muerte. El hombre no tenía nada de dinero, y no podía pagara a un sacerdote para que fuera e hiciera la extremaunción. Taylor fue hacia la habitación del hombre y vio la situación conmovedora – varios niños, su madre afligida, y un bebé de tres días de nacido viviendo en la absoluta escoria y escualidez, sin nada de dinero ni comida. Taylor sabía que el tenía una moneda de $20 en su bolsa la cual podría satisfacer sus necesidades, pero era todo el mundo que tenía en el mundo para si mismo. él comenzó ha hablar con la familia sobre Dios cuando el Señor habló a su propio corazón: “¡Hipócrita! Hablando a estas personas incrédulas sobre un Padre amoroso y bondadoso en el cielo, y sin estar tú mismo preparado el confiarle tus $20.” Taylor deseaba que el tuviera dos monedas de $10, y él gustosamente les daría una – pero todo lo que tenía era una moneda de $20. él fue llevado hacia atrás, pero decidió el llevar a la familia hacia la Oración del Señor. Tan pronto como dijo las palabras “Padre nuestro,” el señor puso la convicción de nuevo sobre él como un hipócrita. él batalló a través de la oración bajo una tremenda convicción, y luego le dio al padre la pieza de $20. Esa provisión salvó la vida de la madre y rescató a la familia.

ii. La lección es simple. El saber que Dios provee debiera hacernos más generosos, en lugar de menos generosos (“Yo no necesito dar para su necesidad, porque Dios les proveerá de alguna otra manera”).

d. La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera: La gloria de este templo era de echo mayor. Primero, Herodes remodeló este segundo templo en algo mayor que el templo de Salomón. Segundo, el Señor de Gloria – Jesús – personalmente la visitó y adoró allí.

i. “Debido a que Cristo aparecería y predicaría allí, quien es el resplandor de la gloria de su Padre.” (Trapp)

ii. Algunos eruditos especulan que Herodes remodeló el templo en el intento de cumplir que La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera, para que él la pudiera cumplir en lugar del Mesías.

e. Y daré paz en este lugar: La promesa de paz es shalom. Significa mucho más que el parar los conflictos – es el establecimiento de un bien duradero y justo.

B. La tercera palabra de parte de Dios: limpio e inmundo.

1. (Hageo 2:10-14) Una pregunta para los sacerdotes.

A los veinticuatro días del noveno mes, en el segundo año de Darío, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Pregunta ahora a los sacerdotes acerca de la ley, diciendo: Si alguno llevare carne santificada en la falda de su ropa, y con el vuelo de ella tocare pan, o vianda, o vino, o aceite, o cualquier otra comida, ¿será santificada? Y respondieron los sacerdotes y dijeron: No. Y dijo Hageo: Si un inmundo a causa de cuerpo muerto tocare alguna cosa de estas, ¿será inmunda? Y respondieron los sacerdotes, y dijeron: Inmunda será. Y respondió Hageo y dijo: Así es este pueblo y esta gente delante de mí, dice Jehová; y asimismo toda obra de sus manos; y todo lo que aquí ofrecen es inmundo.

a. ¿Será santificada?¿Será inmunda? Hageo le pregunta a los sacerdotes – quienes estaban acostumbrados a contestar tales preguntas – sobre la transmisión de tanto la santidad como la inmundicia. Los sacerdotes contestaron correctamente de acuerdo con la Ley de Moisés: la santidad no es “contagiosa”, pero la inmundicia si lo es.

i. Un niño enfermo no puede atrapar “salud” al tocar a un niño sano; pero el niño sano se puede enfermar. El principio de transmisión en verdad únicamente funciona de una manera en lugar de ambas maneras.

b. Así es este pueblo y esta gente delante de mí: En base al mismo principio, el vivir en la Tierra Santa y el ofrecer sacrificios no hará que el pueblo sea aceptable, mientras que ellos mismos permanezcan inmundos a través del descuido de la casa de Jehová.

i. Desde el exilio a Babilonia, el pueblo de Israel se enfocó en regresar a la Tierra Prometida. En si mismo esto no era un mal enfoque; pero les llevó a la manera de pensar de que una vez que llegaran a la tierra prometida, todo lo demás volvería a su lugar. Hageo les recuerda que su presencia en la Tierra Prometida no hace que todo lo que ellos hagan sea santo. Si las prioridades de nuestro corazón están equivocadas, nada de lo que hagamos es realmente santo para Dios.

ii. “El esqueleto arruinado del Templo era como un cuerpo muerto en decadencia en Jerusalén, haciendo que todo se contaminara.” (Baldwin)

2. (Hageo 2:15-19) Dios ve el cambio de corazón y promete una cosecha de bendición por venir.

Ahora, pues, meditad en vuestro corazón desde este día en adelante, antes que pongan piedra sobre piedra en el templo de Jehová. Antes que sucediesen estas cosas, venían al montón de veinte efas, y había diez; venían al lagar para sacar cincuenta cántaros, y había veinte. Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí, dice Jehová. Meditad, pues, en vuestro corazón, desde este día en adelante, desde el día veinticuatro del noveno mes, desde el día que se echó el cimiento del templo de Jehová; meditad, pues, en vuestro corazón. ¿No está aún la simiente en el granero? Ni la vid, ni la higuera, ni el granado, ni el árbol de olivo ha florecido todavía; mas desde este día os bendeciré.

a. Os herí con viento solano, con tizoncillo y con granizo en toda obra de vuestras manos; mas no os convertisteis a mí: Las experiencias eran reales, pero el pueblo de Dios no aprendió de ello. Los tiempos difíciles necesariamente no nos llevan a acercarnos con Dios.

b. Mas desde este día os bendeciré: Dios prometió bendición para Su pueblo, si ponían sus prioridades de vuelta en orden, con él y Su obra primero. Sin embargo, las bendiciones pudieran no llegar inmediatamente, y él no quería que ellos se desanimaran, sino que confiaran que desde este día os bendeciré.

C. La palabra final de parte de Dios: Dios gobierna.

1. (Hageo 2:20-22) Dios afirma Su soberanía sobre las naciones.

Vino por segunda vez palabra de Jehová a Hageo, a los veinticuatro días del mismo mes, diciendo: Habla a Zorobabel gobernador de Judá, diciendo: Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones; trastornaré los carros y los que en ellos suben, y vendrán abajo los caballos y sus jinetes, cada cual por la espada de su hermano.

a. Yo haré temblar los cielos y la tierra; y trastornaré el trono de los reinos, y destruiré la fuerza de los reinos de las naciones: Era fácil para los exiliados que regresaban el sentirse insignificantes en el mundo, como si solamente fueran peones o espectadores. Dios quería que ellos supieran que aunque eran pequeños delante de los ojos de las superpotencias del mundo, ellos eran siervos del Dios de todo poder – ellos están del lado victorioso.

b. Trastornaré los carros y los que en ellos suben: Esta palabra de ánimo nos muestra que los mensajes de Hageo de parte de Dios son una mezcla de reprensión y ánimo.

2. (Hageo 2:23) Una promesa para Zorobabel.

En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, te tomaré, oh Zorobabel hijo de Salatiel, siervo mío, dice Jehová, y te pondré como anillo de sellar; porque yo te escogí, dice Jehová de los ejércitos.

a. Te tomaré, oh Zorobabel…y te pondré como anillo de sellar: El anillo de sellar era una seña de autoridad real de la misma manera que un trono, una corona, o un cetro.

i. “Esta no es una convicción personal solamente para Zorobabel, ni por él ni por su semilla natural que reinó en Jerusalén, ni se levanta para una eminencia especial en los reinos de este mundo.” (Pulpit)

b. Porque yo te escogí: ¿Qué tenía de especial Zorobabel? él verdaderamente fue elegido de Dios – en los antepasados de Jesús, Zorobabel era la última persona para estar en la línea de María (el linaje de sangre de Jesús – Lucas 3:27) y José (el linaje legal de Jesús por medio de José – Mateo 1:12).

i. Dios utilizó estos dos linajes de antepasados para Jesús debido a que él colocó una maldición en la descendencia de Jeconías (también conocido como Conías o Joaquín) como esta registrado en Jeremías 22:30. Ese linaje era un linaje real de David, así que si el Mesías debía de ser apto para el trono de David (Lucas 1:31-33), él debía ser del linaje legal de David, pero no se su descendencia.

ii. Jeconías fue el último rey legítimo de Judá y la Casa real de David pasa por él. Su único descendiente fue Sedequías, su tío que no fue señalado por derecho, sino por un gobernante Babilonio ocupante (2 Reyes 24:17-20). Aún al final de su vida, los Babilonios reconocieron a Jeconías com el rey legítimo de Judá (2 Reyes 25:27-30)

iii. Debido a que Zorobabel era un descendiente del último rey legítimo de Judá, él podía ser legítimamente reconocido como el gobernante (aunque no el rey) de los exiliados que regresaron.

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