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The Blue Letter Bible

David Guzik :: Levítico 17 – La Santidad de la Sangre

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Levítico 17 – La Santidad de la Sangre

A. La prohibición del sacrificio fuera del tabernáculo.

1. (Levítico 17:1-4) El sacrificio debe ser hecho en el tabernáculo y por los sacerdotes señalados.


Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a Aarón y a sus hijos, y a todos los hijos de Israel, y diles: Esto es lo que ha mandado Jehová: Cualquier varón de la casa de Israel que degollare buey o cordero o cabra, en el campamento o fuera de él, y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de reunión para ofrecer ofrenda a Jehová delante del tabernáculo de Jehová, será culpado de sangre el tal varón; sangre derramó; será cortado el tal varón de entre su pueblo,

a. Lo trajere a la puerta del tabernáculo: En el mundo pagano de aquel tiempo, era costumbre el ofrecer sacrificio a lo que uno deseara. Los altares eran levantados, por costumbre, en los lugares altos, en áreas boscosas, o en otros lugares especiales.

b. Será culpado de sangre el tal varón: Esta actitud holgada hacia el lugar de sacrificio pudo estar bien para el tiempo de los patriarcas. Pero ahora con un lugar centralizado para la adoración, los Israelitas no tenían permitido el ofrecer sacrificio en cualquier manera que quisieran – debían de venir al tabernáculo y tener el sacrificio administrado por los sacerdotes. Si desobedecían, serían cortados de entre el pueblo – exiliados de su comunidad.

i. Este mandato es contrario con lo que la mayoría de la gente hace para venir ante Dios en nuestra cultura. El mundo moderno esta caracterizado por una manera muy individualista de llegar a Dios, donde cada persona pone sus propias reglas de cómo tratar con Dios mientras se encuentran con Él.

ii. En el libro Hábitos del Corazón, Robert Bellah y sus colegas entrevistaron a una joven enfermera llamada Sheila Larson, la cual ellos describieron como representante de la experiencia y puntos de vista de los Americanos en cuanto a la religión. Al hablar de su propia fe y de cómo opera en su vida, dijo: “Creo en Dios. No soy un fanático religioso. No recuerdo la última vez que fui a la iglesia. Mi fe me ha llevado por mucho camino. Es ‘Sheilaismo.’ Mi propia voz interior.” Este instinto por una religión individualista, con da tus propias reglas, tiene un reinado libre en nuestro mundo moderno.

2. (Levítico 17:5-9) La manera correcta de traer sacrificio – en el tabernáculo, a través del sacerdote.


a fin de que traigan los hijos de Israel sus sacrificios, los que sacrifican en medio del campo, para que los traigan a Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión al sacerdote, y sacrifiquen ellos sacrificios de paz a Jehová. Y el sacerdote esparcirá la sangre sobre el altar de Jehová a la puerta del tabernáculo de reunión, y quemará la grosura en olor grato a Jehová. Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios, tras de los cuales han fornicado; tendrán esto por estatuto perpetuo por sus edades. Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio, y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de reunión para hacerlo a Jehová, el tal varón será igualmente cortado de su pueblo.

a. Y nunca más sacrificarán sus sacrificios a los demonios: Había una realidad espiritual detrás de los dioses paganos, pero era una realidad demoniaca. Al sacrificar a Baal, Astarot, y otros, en realidad adoraban a los demonios.

i. Pablo en esencia dice lo mismo en 1 Corintios 10:20-21: Antes digo que lo que los gentiles sacrifican, a los demonios lo sacrifican, y no a Dios; y no quiero que vosotros os hagáis partícipes con los demonios. No podéis beber la copa del Señor, y la copa de los demonios; no podéis participar de la mesa del Señor, y de la mesa de los demonios. En esencia, toda la adoración que no esté dirigida hacia Dios está dirigida hacia el Diablo y sus demonios.

b. Tal varón será igualmente cortado de su pueblo: El trasfondo demoniaco para sacrificar justifica este severo castigo hacia una abierta idolatría.

B. Prohibición para comer sangre.

1. (Levítico 17:10-12) La prohibición declarada.


Si cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, comiere alguna sangre, yo pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre, y la cortaré de entre su pueblo. Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona. Por tanto, he dicho a los hijos de Israel: Ninguna persona de vosotros comerá sangre, ni el extranjero que mora entre vosotros comerá sangre.

a. pondré mi rostro contra la persona que comiere sangre: Este era un mandato estricto, pero la razón era simple: Porque la vida de la carne en la sangre está. La idea es que toda la vida le pertenecía a Dios, y ya que es un emblema de la vida, especialmente le pertenecía a Dios.

b. Y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas: Además, la sangre era el medio por la cual la expiación era hecha – por lo tanto, el comer sangre era el profanarlo.

i. Por supuesto, muchos rituales paganos celebraban el beber sangre, y Dios también quería la separación de estas prácticas paganas.

ii. Así, como un asunto de práctica, todos los animales que eran matados en Israel eran drenados de la sangre lo más que se podía. No todas las naciones hacían esto. “Aparece en la historia que aquellas naciones que vivían más en esto [sangre] eran muy fieros, salvaje, y bárbaros, tales como los Escitas, Tártaros, Árabes del desierto, los Escandinavos, [y tantos más], unos de los cuales bebían la sangre de sus enemigos, ¡haciendo copas con sus cráneos!” (Clarke)

2. (Levítico 17:13-16) Como respetar el mandato de Dios en cuanto a la sangre.


Y cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que moran entre ellos, que cazare animal o ave que sea de comer, derramará su sangre y la cubrirá con tierra. Porque la vida de toda carne es su sangre; por tanto, he dicho a los hijos de Israel: No comeréis la sangre de ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre; cualquiera que la comiere será cortado. Y cualquier persona, así de los naturales como de los extranjeros, que comiere animal mortecino o despedazado por fiera, lavará sus vestidos y a sí misma se lavará con agua, y será inmunda hasta la noche; entonces será limpia. Y si no los lavare, ni lavare su cuerpo, llevará su iniquidad.

a. Derramará su sangre y la cubrirá con tierra: Si un animal era matado durante la caza, y no sangraba apropiadamente, como en una carnicería regular, entonces debía de ser derramará su sangre y la cubrirá con tierra.

i. Podríamos erróneamente pensar que esto profanaría la sangre – al permitir que gotee en el suelo y cubrirlo con tierra. Cuando pensamos así, realizamos el mismo error que Uza hizo en 2 Samuel 6:6 – al pensar que de alguna manera el suelo es menos profano que nosotros.

ii. En lugar de eso, el derramar la sangre en el suelo de esta manera honraba la sangre del animal, y también era higiénico. “La sangre así a regresado a la tierra de la cual había venido, y los cazadores y demás que por casualidad estaban cerca eran protegidos de la posibilidad de una enfermedad o infección transmisible.” (Harrison)

iii. Este respeto por la sangre de los animales nos debiera de hacernos considerar la sangre de Jesús. Si, en el Antiguo Pacto, la sangre de los animales debía de respetarse, ¿Qué sobre la preciosa sangre de Jesús la cual hace el Nuevo Pacto? ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia? (Hebreos 10:29)

b. Cualquier persona… que comiere animal mortecino o despedazado por fiera: Si uno llegaba a encontrarse con un animal que murió de forma natural (o algo como ser atropellado en nuestro mundo moderno), uno podía comerlo, porque la buena carne no debe de desperdiciarse. Pero la persona que lo comía era tenido como inmundo ceremonialmente, y necesitaba lavarse.

© 2016 David Guzik – No distribuir más allá del uso personal sin permiso

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