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David Guzik :: Miqueas 7 – La Confesión y Consuelo de Israel

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Miqueas 7 – La Confesión y Consuelo de Israel

A. El pueblo de Dios humildemente confiesa su pecado.

1. (Miqueas 7:1-4) Una confesión honesta de su condición pecaminosa.

¡Ay de mí! porque estoy como cuando han recogido los frutos del verano, como cuando han rebuscado después de la vendimia, y no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos. Faltó el misericordioso de la tierra, y ninguno hay recto entre los hombres; todos acechan por sangre; cada cual arma red a su hermano. Para completar la maldad con sus manos, el príncipe demanda, y el juez juzga por recompensa; y el grande habla el antojo de su alma, y lo confirman. El mejor de ellos es como el espino; el más recto, como zarzal; el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión.

a. ¡Ay de mí! De parte de la nación pecaminosa, el Profeta Miqueas ahora confiesa el pecado del pueblo de Dios. Primera, él reconoce que su pecado les ha dejado empobrecidos (no queda racimo para comer; mi alma deseó los primeros frutos). Luego él describe uno de sus pecados específicos y en su carácter en general, revelando su profundo pecado engranado hacia los demás.

b. El día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas; ahora será su confusión: Cuando el pecador esta inmerso en el pecado y se siente exitoso, éstos piensan que no hay precio por pagar por su pecado. Sin embargo, el día de tu castigo viene, el que anunciaron tus atalayas. La seguridad de auto confianza del pecador será vuelta en confusión.

2. (Miqueas 7:5-7) Relaciones tambaleantes entre el pueblo de Dios.

No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe; de la que duerme a tu lado cuídate, no abras tu boca. Porque el hijo deshonra al padre, la hija se levanta contra la madre, la nuera contra su suegra, y los enemigos del hombre son los de su casa. Mas yo a Jehová miraré, esperaré al Dios de mi salvación; el Dios mío me oirá.

a. No creáis en amigo: Debido a su creciente pecado y egoísmo, las relaciones personales de entre el pueblo de Dios han sucumbido. Uno no puede confiaren amigo o el poner confiar en príncipe, y aún los que están relacionados con sangre están en guerra el uno con el otro.

b. Mas yo a Jehová miraré…el Dios mío me oirá: En esa cultura inmersa en pecado, hay pocas personas para dar confianza o compasión – para que uno pueda mirar a Jehová.

i. Esto es algo malo, porque las personas debieran de ser lo suficientemente honorables y dignas de confianza para que podamos hallar confianza y compasión en ellos. Sin embargo, Dios puede utilizar esto como algo bueno, porque fuerza a las personas a poner su confianza en el Único que no les puede fallar – al Dios de mi salvación.

3. (Miqueas 7:8-10) La condición humilde del pueblo de Dios.

Tú, enemiga mía, no te alegres de mí, porque aunque caí, me levantaré; aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz. La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él, hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia; él me sacará a luz; veré su justicia. Y mi enemiga lo verá, y la cubrirá vergüenza; la que me decía: ¿Dónde está Jehová tu Dios? Mis ojos la verán; ahora será hollada como lodo de las calles.

a. Tú, enemiga mía, no te alegres de mí: Miqueas habla por aquellos que se humillaron por un pecado personal y por el pecado de la comunidad. En su humilde lugar, él les advierte a sus enemigos que no se alegren sobre su condición porque aunque caí, me levanté y aunque more en tinieblas, Jehová será mi luz. “Me verás humillado por ahora, pero sabrás que esto no será por mucho. Dios me levantará.”

b. La ira de Jehová soportaré, porque pequé contra él: Hablando por parte del pueblo pecador, Miqueas “valientemente” tomó la responsabilidad de sus pecados. La idea es, “Sé que he pecado, y aceptaré mi corrección.” Miqueas sabe que el pueblo de Dios estará humillado hasta que juzgue mi causa y haga mi justicia. Ellos son totalmente abandonados hacia el cuidado de Dios.

i. “En esto es descubierto la diferencia entre remordimiento y penitencia. En el remordimiento un hombre siente lástima de si mismo; él se lamenta sobre su pecado porque le ha traído sufrimiento. En la penitencia él es afligido por el pecado inicuo que ha hecho hacia Dios; él cede su sufrimiento personal en la confianza que por ello Dios le esta librando de su pecado.” (Morgan)

c. Él me sacará a luz; veré su justicia: Al mismo tiempo, hay una confianza completa en la salvación de Dios y en su vindicación delante de sus enemigos. esto muestra que el pueblo de Dios conoce su estado pecaminoso, pero también conocen la grandeza de la redención de Dios.

B. El consuelo y perdón de Dios hacia Su pueblo.

1. (Miqueas 7:11-13) La ciudad restaurada del pueblo de Dios.

Viene el día en que se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los límites. En ese día vendrán hasta ti desde Asiria y las ciudades fortificadas, y desde las ciudades fortificadas hasta el Río, y de mar a mar, y de monte a monte. Y será asolada la tierra a causa de sus moradores, por el fruto de sus obras.

a. Viene el día en que se edificarán tus muros; aquel día se extenderán los límites: Cuando llegue el tiempo de la restauración de Israel, Dios enviará un llamado amplio y ancho para reunir a Su pueblo restaurado.

b. Y será asolada la tierra a causa de sus moradores: Cuando Dios reúna a Israel para la restauración, ellos llegarán a una tierra asolada, arruinada debido al juicio de Dios sobre el pecado de Su pueblo.

2. (Miqueas 7:14-15) Dios tiene cuidado por Su pueblo como en los días de antaño.

Apacienta tu pueblo con tu cayado, el rebaño de tu heredad, que mora solo en la montaña, en campo fértil; busque pasto en Basán y Galaad, como en el tiempo pasado. Yo les mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.

a. Apacienta tu pueblo con tu cayado: Después de que el pueblo de Dios sea reunido de regreso hacia el lugar que pertenece, ellos son cuidados con cariño por Jehová mismo. El Señor los apacienta, y los alimenta.

b. Como en el tiempo pasado: Hubo un tiempo cuando el pueblo de Dios disfrutaba de esta clase de relación cercana con Él. Ahora, la relación anterior será restaurada, y Él les mostrarámaravillas. Las maravillas salen de una cercana relación con el Pastor.

3. (Miqueas 7:16-17) Las naciones son humilladas delante de un Israel restaurado.

Las naciones verán, y se avergonzarán de todo su poderío; pondrán la mano sobre su boca, ensordecerán sus oídos. Lamerán el polvo como la culebra; como las serpientes de la tierra, temblarán en sus encierros; se volverán amedrentados ante Jehová nuestro Dios, y temerán a causa de ti.

a. Las naciones verán, y se avergonzarán: Cuando Israel sea restaurada en la tierra y disfrute de una relación restaurada con el Señor, entonces aquellos que se opusieron al pueblo de Dios verán que tan mal estaban en luchar en contra de ellos.

b. Se volverán amedrentados ante Jehová nuestro Dios, y temerán a causa de ti: Al ver la grandeza de la restauración de Dios hará que las naciones respeten al Señor de una manera que ellos no lo hicieron antes. Ellos verán el poder y el amor de Dios en acción.

4. (Miqueas 7:18-20) La gloriosa misericordia y perdón de Dios.

¿Qué Dios como tú, que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad? No retuvo para siempre su enojo, porque se deleita en misericordia. El volverá a tener misericordia de nosotros; sepultará nuestras iniquidades, y echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Cumplirás la verdad a Jacob, y a Abraham la misericordia, que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos.

a. ¿Qué Dios como tú? A la luz de la gloriosa restauración del Señor con Israel, Miqueas glorifica a Dios por tal perdón tan grande (que perdona la maldad, y olvida el pecado del remanente de su heredad). Miqueas ve que el perdón de Dios es tan grande, que ni siquiera se puede comparar con lo que a menudo pasa como perdón entre los hombres.

i. Boice en ¿Qué Dios como tú? “Es un tema del versículo, y da un fin apropiado hacia el libro. Pues es un rol del nombre de Miqueas. Miqueas significa ‘¿Quién es como Yahveh?’ ”

b. Porque se deleita en misericordia: ¿Porqué Dios tiene tal misericordia y perdón tan grande hacia Su pueblo? Las razones están en Él, no en Su pueblo. Es simplemente porque se deleita en misericordia.

i. Si Dios se deleita en misericordia, ¿entonces porqué algunos hombres se pierden? Debido a que Dios no se deleita en la misericordia para avergonzar Su justicia. Dios abre Su mano de misericordia a todos los que la quieran recibir, pero a aquellos que no quieran recibir Su misericordia se pueden culpar únicamente hacia ellos mismos.

ii. Si Dios se deleita en misericordia, ¿entonces porque Él no es siempre misericordioso? Porque llega el momento cuando los culpables deben ser castigado. Los juicios de Dios son en si mismos expresiones de misericordia, porque estos son como los remedios para quitar el cáncer. La cirugía duele, pero se debe de llevar a cabo, sino todo el cuerpo morirá.

iii. Si Dios se deleita en misericordia, ¿entonces porqué hay un pecado que es imperdonable? Debiéramos de estar agradecidos de que solamente hay un pecado sin perdonar – el pecado de rechazar Su misericordia.

iv. Si Dios se deleita en misericordia, ¿entonces porqué siento que Él no puede tener misericordia de mí? En tales casos, debiéramos de confiar en Dios, y no en nuestros sentimientos. “Cuando sea que la desesperación susurre, o salga la duda, un texto de la Escritura vale cincuenta temores y dudas, o hasta cincuenta mil…Todas las objeciones hacia el deleite de Dios en la misericordia son solamente ilusiones en tu cerebro, o engaños de tu corazón.” (Spurgeon)

v. Si Dios es tan misericordioso hacia aquellos que pecan en contra de Él, ¿tenemos alguna justificación para no mostrar tal misericordia en contra de aquellos que pecan en contra de nosotros? “A todos ustedes les diría – cuídense, como esperan de la misericordia de Dios, para llevarla hacia los demás. Nunca digan, ‘No perdonaré,’ pues sellas tu propia condenación cuando haces así, y si no perdonas a tu hermano sus transgresiones, tampoco vuestro Padre celestial los perdonará. Ustedes han elegido su propia destrucción cuando cierras la puerta en contra de un infante, o en contra de tu vecino, y le dices, ‘Albergaré esa enemistad mientras viva.’ Yo te digo, señores, sus ofrendas en el altar de Dios son una abominación hacia él, hasta que hayas perdonado cada una de las transgresiones de tus prójimos.” (Spurgeon)

c. Él volverá a tener misericordia de nosotros: El pueblo de Dios conoció alguna vez Su compasión, pero ellos la resistieron y la rechazaron. Ahora lo pueden saber de nuevo, confiados de que Él volverá a tener misericordia de nosotros.

i. Su misericordia es mostrada en que el Señor sepultará nuestras iniquidades. Él nos ama siendo pecadores, pero nos ama demasiado como para dejarnos allí. Su misericordia nos salva de nuestro pecado.

ii. Su misericordia es mostrada en que el Señor echará en lo profundo del mar todos nuestros pecados. Dios no “aguantará” nuestro pecado, sino que nos perdonará. Esto significa que no hay “periodo de prueba” con el perdón de Dios. Él no perdona nuestros pecados solamente para dejarlos rondando alrededor de nuestra cabeza. En Su misericordia, Él acaba con nuestros pecados, echándolos en lo profundo del mar – ¡y luego Él pone un letrero de “No Pescar” allí!

iii. Su misericordia es mostrada en que el Señor cumplirá la verdad a Jacob. El pueblo de Dios no solamente necesita Su misericordia, ellos necesitan Su verdad y Él es lo suficientemente compasivo para darnos Su verdad mientras nos da Su misericordia y perdón.

d. Que juraste a nuestros padres desde tiempos antiguos: En la conclusión de Su profecía, Miqueas ve la obra futura de Dios como una continuación de Su obra pasada hacia los padres de Israel. Miqueas sabía que el mismo amor, compasión, y misericordia que Él mostró a sus padres estaba disponible para ellos – si la recibían en fe.

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